Debido a la complejidad del idioma chino, lo ideal es que los grupos sean reducidos de entre 6 y 8 alumnos; con ello, el alumno recibe una atención más personalizada y el aprendizaje pueda ser más efectivo. El método de enseñanza depende de la edad y el nivel de los niños. La experiencia nos ha demostrado que los mejores resultados se consiguen con los siguientes tres niveles y metodologías de enseñanza del idioma, basados en la edad:
A esta edad, los niños tienen una enorme capacidad de aprendizaje y de asimilación de una gran variedad de conceptos, actitudes y lenguajes. Por ello, los acentos y entonaciones de algunos lenguajes, como el chino, que resultan muy difíciles para un adulto, son fácilmente adoptados. Entonces, aprender idiomas, cuando antes, mejor.
La base del método en este nivel está constituida por fichas, dibujos con colores llamativos, canciones, vídeos y juegos. El aprendizaje incluye números, colores, formas y objetos cotidianos, tales como frutas, animales,…
A estas edades, los niños tienen mucha capacidad de aprendizaje, pero no tienen tanto tiempo para dedicarle al chino.
Se introduce el uso de libros de texto adecuados a su edad y se siguen usando fichas, dibujos, videos, etc. En este nivel aprenden a formar frases sencillas y son capaces de mantener diálogos no muy complicados. Por la complejidad de la fonética china, basada en tonos, se da especial importancia a la pronunciación con el objeto de sentar una buena base fonética.
La escritura china es otro hecho diferencial de este idioma, cuyo aprendizaje requiere un especial tratamiento. En este nivel también se introduce a los alumnos en la escritura de trazos básicos y las características principales de los caracteres.
Se usan libros de texto más avanzados. En este nivel se introduce, además de la fonética y la escritura, la gramática. Los alumnos son capaces de entender conversaciones, leer textos y mantener diálogos de complejidad media y escribir textos sencillos.